Algunos críticos han sugerido que, aunque Michel Foucault fue crítico de las formas tradicionales de poder y autoridad, no se alineó explícitamente con ninguna ideología revolucionaria específica. Si bien esta observación refleja su postura crítica, también invita a debatir cómo ciertos académicos se relacionan con la obra de Foucault al cuestionar su enfoque en luchas locales y específicas contra el poder, en lugar de revoluciones universales o movimientos políticos de alcance general. Además, algunas perspectivas consideran que su análisis del poder es en gran medida descriptivo, lo que sugiere que podría carecer de una base normativa para orientar la acción política y social de manera concreta y prescriptiva. Según estos puntos de vista, el profundo énfasis de Foucault en las relaciones de poder, especialmente junto a su proposición de que la subjetividad misma está conformada por estas relaciones de poder, podría generar un entorno intelectual con un alcance limitado para comprender la agencia individual y el potencial de resistencia. Esta perspectiva podría interpretarse como una contribución a una visión determinista y, en cierto modo, pasiva del concepto de sujeto. En consecuencia, plantea interrogantes sobre cómo los individuos pueden resistir, desafiar y, potencialmente, transformar las estructuras de poder establecidas en la sociedad. Las implicaciones de esta perspectiva continúan suscitando debates entre académicos respecto a las posibilidades y limitaciones presentes en el marco teórico de Foucault.
Desde este marco, a la luz de los desafíos globales contemporáneos, incluyendo la renovación de las instituciones democráticas, la protección de los derechos humanos universales y la búsqueda del desarrollo sostenible, e inspirado por debates recientes en torno al poder contemporáneo que señalan no solo la legitimidad de las prácticas contestatarias, sino también la necesidad de abordarlas con una comprensión matizada de sus dinámicas, propongo conceptualizar el sadomasoquismo—examinado por Foucault en una de sus últimas entrevistas—como una categoría analítica para elucidar las modalidades contemporáneas del ejercicio del poder. A partir de esto, propongo un enfoque alternativo que, divergente de los conceptos establecidos de abolición, prefiguración y conciencia histórica, se apropia de la intuición de Foucault sobre el sadomasoquismo como una empresa creativa y propone aislar el masoquismo no como una mera práctica sexual, sino como una forma distinta de resistencia. En este sentido, sostengo que la noción de resistencia de Foucault puede enriquecerse contemplando sus reflexiones sobre el masoquismo, lo cual podría amplificar el potencial subversivo inherente al pensamiento de Foucault, estableciendo un marco normativo más robusto y coherente arraigado en sus escritos tardíos. De este modo, este enfoque aborda de manera adecuada las críticas dirigidas a su filosofía, subrayando su relevancia perdurable en el discurso contemporáneo.